Obras

Dios ha muerto

1999


Dirección: Luis Ureta

Dramaturgia: Marco Antonio de la Parra

Elenco: Roxana Naranjo, Rodrigo González, Néstor Cantillana, Paula Silva, Francisco Melo, Tito Bustamante, Gabriela Hernández, Omar López, Margarita Barón, Sergio Hernández

Diseño Integral: Gastón Vega

Vestuario: Maite Lobos

Música: Pablo Toledo

Un joven ingresa a una organización secreta para cometer un acto radical con connotaciones sociopolíticas. Friedrich Nietzsche y su hermana Elizabeth se cuentan entre los líderes que adoctrinan a este joven, en una contexto finisecular enmarcado por apagones, figuras televisivas en decadencia y relaciones rotas. 

Dios ha muerto, de Marco Antonio de la Parra fue estrenada en 1999 inaugurando una nueva sala de teatro para Santiago de Chile, la Sala Galpón 7.

Con Dios ha muerto, de Marco Antonio de la Parra, La Puerta inauguró la inclusión de recursos multimediales a la puesta en escena, añadiendo recursos narrativos en los múltiples dispositivos dispuestos para el público ubicado de manera bifrontal. Asimismo, es la primera de varias futuras alianzas artísticas entre de la Parra y Ureta, director de La Puerta (Sushi, En algún lugar del desierto de Atacama, La Familia).

«Intensas imágenes de confusión, perplejidad y desasosiego de fines de milenio transmite esta pieza en la que se entrecruzan las historias de diez personajes a punto de caer en el abismo, mirando con horror el vacío (...) A la manera de un thriller cinematográfico, la puesta hace posible el impensado clima sostenido de hora y media. Gracias principalmente a espléndido desempeño del elenco que llena los personajes de una carnadura interior que en el papel escasea».

Pedro Labra, El Mercurio

«El criterio del director es fiel: una ruptura con la frontalidad del escenario tradicional, unos personajes como suspendidos en el tiempo y en el espacio, un territorio en penumbras, sitiado, ocupado. El resultado del montaje es, entonces, ineludible: la radiografía de un trágico milenio, ‘Dios ha muerto’ se articula como el relato fragmentado de una sociedad que agoniza».

Alejandra Costamagna, Revista Rocinante, mayo 1999