Esperpentos rabiosamente inmortales
2002
Dirección: Luis Ureta
Dramaturgia: Juan Radrigán
Elenco: Aldo Parodi, Jorge Larrañaga, Macarena Silva, Rodrigo González, Roxana Naranjo.
Diseño Integral: Willy Ganga
Vestuario: Jorge "Chino" González
Música: Alejandro Albornoz
El más antiguo de los muertos de un cementerio se enamora de la estatua de una mujer. Manuel, un publicista arruinado que vive clandestinamente allí, se entera de esto y le asegura que él puede realizar el milagro de hacer que la estatua cobre vida y le ame. Los muertos del cementerio juzgan a Manuel por sacrilegio, pues consideran que cualquier acto que altere el orden normal de las cosas, va contra las leyes de dios.
Esperpentos rabiosamente inmortales se estrenó el año 2002, en el marco de la VIII Muestra de Dramaturgia Nacional, realizada entre el 7 y 16 de Noviembre en el Teatro Nacional Chileno.
Este encuentro teatral, organizado por la Secretaría de Comunicación y Cultura del Ministerio Secretaría General de Gobierno, contó con una selección de nueve textos, a cargo de un jurado integrado, entre otros, por el dramaturgo Ramón Griffero, la actriz Paulina Urrutia y el director Raúl Osorio.
Posteriormente, en Enero 2003, la obra tuvo una temporada de funciones en el contexto del Festival Santiago a Mil, en el Teatro El Conventillo.
La obra es una lúcida y ácida mirada sobre la realidad nacional. A modo de metáfora, el autor sitúa a los poderes del estado encarnados en divertidos y patéticos personajes de un cementerio imaginario, que mucho tiene que ver con Chile. Una obra que permite entretenerse con los esperpénticos personajes de la obra y a la vez despertar el pensamiento crítico del espectador.
«Una puesta en escena llamada a constituirse en uno de los trabajos más sólidos de este Festival de Teatro a Mil».
Eduardo Guerrero, La Tercera, enero 2003
«Luis Ureta triunfa en sus guiños al cine y de los video clips, en el tono de comedia y el diseño de la planta de movimientos. Son notables las difíciles coreografías de Aldo Parodi y el resto del elenco».
Juan Antonio Muñoz, El Mercurio, enero 2003
«Muertos risueños y bailarines: La obra dirigida por Luis Ureta aborda de una inusual manera la sociedad y la contingencia nacional, mezclando cadáveres y humor sarcástico».
Chantal González, enero 2003