Obras

Inocencia

2004


Dirección: Luis Ureta

Dramaturgia: Dea Loher

Elenco: María Paz Grandjean, Macarena Silva Catalina Saavedra, Roxana Campos, Marcela De la Carrera Jaime Omeñaca, Mauricio Diocares, Oscar Raby, Paulina García Eugenio Morales

Diseño Integral: Cristián Mayorga

Traducción: Olga Sánchez

Producción: Cristián Matta

La obra narra historias de las zonas marginales de la sociedad, de los círculos de insignificantes personas comunes y corrientes y sus problemas para enfrentar la distribución a veces casual de culpa e inocencia. En el típico «estilo Loher”, el texto está impregnado de un humor macabro, negro y estridente y un lenguaje poético casi diáfano y exaltado. Una de las líneas de la acción muestra los dos inmigrantes negros ilegales, Fadoul y Elisio, quienes, como si estuvieran completamente paralizados, son testigos impasibles de la muerte por sumersión de una joven mujer. Desde ese momento Elisio ya no logra conciliar el sueño, mientras que Fadoul, su amigo,  sale a disfrutar la vida. En un paradero de buses se topa con Absoluta, una joven ciega. En el mismo lugar encuentra además una bolsa plástica con mucho dinero en su interior; a partir de ese momento afirma insistentemente haber encontrado a Dios en una bolsa de basura.

Inocencia, de Dea Loher, se estrenó el año 2004 en el Festival de Dramaturgia Europea Contemporánea, en el Goethe Institut, en formato de Semi Montaje, con asistencia de la autora al estreno. Posteriormente, en Enero 2005, la obra tuvo una exitosa temporada de funciones en el mismo recinto con la integridad de su numeroso elenco original. Más tarde, en el año 2010, Luis Ureta volverá a montar otro texto coral de Dea Loher, El último fuego, traducido por Soledad Lagos.

En ambos montajes se relevó el amargo humor negro de la autora, la coralidad escénica como principio directorial, en diálogo de la densidad poética de personajes marcados por la pérdida, la búsqueda de sentido y el dolor.

«...Es una obra de un lirismo triste y feroz, sobre un mundo de mutilados y minusválidos espirituales, que han perdido toda confianza en sí mismos y en los otros…La puesta se vale, con acierto, de recursos muy sencillos - proyecciones, música, movimientos de luces-, para crear un despliegue de potentes imágenes».

Pedro Labra, El Mercurio, enero 2005

«Inocencia es un montaje cuidadosamente presentado, que marca la presencia de una dramaturgia alemana de primer nivel, más allá de unos desniveles actorales».

Eduardo Guerrero, La Tercera, enero 2005

«La obra es una suerte de fresco que hila historias de personajes comunes y corrientes que deambulan en la marginalidad, entre quienes se distribuyen cuotas de culpa e inocencia».

Javier Ibacache